jueves, 19 de junio de 2014

Pensando en los pacientes (1)

A partir de finales de los años 80 y, sobre todo, durante la década de los 90, comenzamos a darnos cuenta que los hospitales y centros de atención primaria eran espacios "no seguros" para los pacientes que allí iban o se derivaban para obtener la curación. Un cada vez más elevado conocimiento de la existencia de errores sanitarios, muchos de ellos evitables, por parte de políticos, directivos, profesionales, ciudadanos así como de pacientes y sus familiares, conforman un estado de opinión que hace crecer una disciplina, hasta entonces latente, cual es la seguridad de los pacientes. 

Desde entonces este interés por la materia ha tomado cuerpo, se ha ido moldeando, ha crecido de manera importante hasta convertirse hoy en día en una ciencia con un cuerpo ya consolidado de conocimientos y con una trayectoria conferida por la experiencia que va lograr, si no lo está realizando ya, modificar los cimientos sobre los que se asienta nuestro sistema de salud (los sistemas de salud, en general). Su impulso y desarrollo definitivo a nivel internacional lo propicia la Organización Mundial de la Salud a través de su "Alianza Mundial para la seguridad del paciente" por todos conocida. Sin embargo, sus estrategias y resultados o son aún desconocidos por muchos o no han dado los frutos deseados y proyectados. Muchas, dispares y variopintas han sido las estrategias llevadas a cabo por los diferentes países en el marco de la seguridad de los pacientes y, sin embargo, los retos a alcanzar raramente se han conseguido. 

¿Es posible que este déficit de resultados alcanzados sea consecuencia de la falta de homogeneización de la propia disciplina y de su conocimiento por parte de aquellos que tienen que ejecutar los programas para hacer efectiva la seguridad de los pacientes? 

Es más que probable. Desde estas líneas vamos intentar llevar al lector a un conocimiento más cercano sobre lo que queremos decir cuando hablamos de esta doctrina técnica y su aplicación práctica. Desde esta entrada y otras que iremos desbrozando, intentaré clarificar aspectos, ideas, conocimientos e, incluso, sentimientos que deben conformar la materia. 

¿Cómo empezar? Quizás la mejor manera de hacerlo sea definiendo la seguridad de los pacientes. Podemos afirmar, sin temor a errar (y ese es el problema) que es una disciplina integrada en el campo de las ciencias de la salud que aplica métodos de los saberes de seguridad con el objetivo de lograr un sistema más fiable para los pacientes en la prestación de servicios sanitarios. Tampoco me equivoco (¿o sí?) si afirmamos que la seguridad de los pacientes es un atributo, propiedad o cualidad de los sistemas proveedores de salud que pretende reducir al mínimo la incidencia y el impacto de los eventos adversos y posibilita la mejor y más pronta recuperación de este tipo de incidentes o accidentes cuando ocurren. 

La existencia de la seguridad de los pacientes se justifica por el elevado número de incidentes, accidentes y/o eventos adversos que ocurren (será importante definir estos y otros términos para que todos hablemos el mismo lenguaje), la naturaleza de los mismos, su impacto en términos de salud en los pacientes (primeras víctimas), familiares (víctimas "sin numerar"), profesionales (segundas víctimas) y otro tipo de efectos en las instituciones u organizaciones (¿"terceras víctimas"?) donde se producen (económicos, reputación, etc) y la capacidad más o menos rápida y atinada de atenuar o recuperar ese impacto en los pacientes y familiares, en los propios profesionales y en las instituciones dónde se materializan. 


Lo que no alberga duda es que los centros sanitarios son lugares dónde los pacientes que acuden se ven sometidos a asistencias que implican riesgos que ellos no conocen, la mayor parte de las veces, y que pueden materializarse en daño, lesión, discapacidad y sufrimiento en función de la afectación, vulnerabilidad y la existencia de errores y/o fallos en el sistema de salud; esta concreción puede ser evitada en más de la mitad de las ocasiones que acontecen. 

¿Cómo paliar cuando no evitar que estos riesgos se transformen en efectos adversos? A través de la disciplina que denominamos seguridad de los pacientes. En próximas entradas iremos desbrozando esta apasionante materia haciendo especial referencia a la existencia de espacios comunes dónde pueden y deben interaccionar los diferentes actores del sistema: políticos, directivos, profesionales, pacientes, familiares y ciudadanos.

Finalmente anunciar que este blog se abre a las opiniones más que cualificadas de profesionales expertos en seguridad de los pacientes, referentes nacionales y en las redes sociales, con el propósito de incrementar el abanico de temas y opiniones maestras en el ámbito de la seguridad de los pacientes; en próximas entradas irán depositando ideas, reflexiones y opiniones en este humilde blog destacadas personalidades en la materia. A ellos gracias por su tiempo y su generosidad y, sobre todo, por su protagonismo en el impulso de la seguridad de los pacientes. 


4 comentarios:

  1. Pues sí, apasionante materia, y cada día más. Un abrazo y gracias.

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  2. Gracias Aurora; sabes que el afecto es recíproco. Un beso y gracias a ti

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  3. Muy interesante! Donde puedo conseguir.mas info sobre seguridad del paciente?

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  4. Estimada Madelin; en este mismo blog tienes mucha información de la que solicitas; no obstante, puedes contactar conmigo en esta dirección de mail: josem.ruiz@ono.com. Quedo a tu disposición y muchas gracias por el interés manifestado.
    Un saludo

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