Me
lanzó al ruedo de los blogs; sabiendo que existen innumerables, muchos muy
buenos, ¿qué objetivos busco con este que hoy ve la luz? Desde luego no serán
ambiciosos. No poseo el don de la genialidad ni se me ocurren a menudo ideas
brillantes. De estos escritores ya existen y da gusto leerlos. La mejor
característica que me define es la constancia y dedicación. Mi profesión, como
gustaba decir a mi padre, médico de despacho. Me apasiona todo lo relacionado
con la seguridad de los pacientes hasta el punto que hace más de década y
media, he dedicado muchas horas, recursos y empeño a leer, informarme, formarme
y contribuir, de una manera muy modesta, al desarrollo inicial de este
movimiento antes imparable, hoy en día muy frenado, de la seguridad de los pacientes.
Y es precisamente este freno, esta pérdida de aire que está haciendo que la
disciplina comience a mostrar signos disneicos lo que me ha hecho reflexionar y
dar este paso adelante. Ante todo pido disculpas. Con modestia. Es probable que
mis escritos no aporten mucho a la comunidad científica. No es esa mi
pretensión. Gurús tiene esta ciencia. Pero falta mucho de transparencia; de
sinceridad; quizás, de llamar a cada cosa por su nombre. O es que podemos
permitirnos el que después de una docena de años de furor científico imparable,
de inversiones más o menos importantes, de numerosos documentos técnicos al
respecto, de múltiples e importantes organismos oficiales, públicos y privados,
gubernamentales o no, dedicados a la cuestión, estemos en un punto desconocido,
en el que los avances prometidos bien no se ha cumplido bien no se han medido.
Me preocupa que la atención sanitaria que reciban los pacientes sea lo más segura posible; me interesa que los profesionales sanitarios trabajen en un ambiente libre de culpas, de cargas añadidas de trabajo y que hagan bien lo que saben; me gustaría que la organización sanitaria sea menos opaca y de verdad practique lo que predica: que el ciudadano es el eje del sistema de salud. Y que cuando todo se viene abajo, seamos capaces de afrontar la crisis con conocimiento y de la manera más propicia.